El Cuélebre es una gran
serpiente alada que vive en los bosques, cuevas y fuentes con
gran cavidad subterránea.
Allí custodia grandes tesoros e incluso personas
encantadas. Para los
campesinos de Asturias es toda una molestia, ya que no duda en
atacar los rebaños, e
incluso a personas, para alimentarse. Librarse de él resulta difícil,
ya que las escamas que le
cubren son duras como la piedra, y por ello sólo se le puede
dar muerte hiriéndole en el
interior de su boca o en la garganta.
Aunque parezca complicado,
los campesinos de muchos lugares, hartos de tener que
soportar los ataques de
estas criaturas, han logrado engañarlas de diversas maneras.
Cuando es viejo y está muy
encascarado (cuando su escama esta muy dura y crecida) se va volando a la mar cuajada
(según los campesinos, porque Dios le prohibe permanecer en tierra), donde viven los
Cuélebres que han sido expulsados de sus viviendas. Se dice que el fondo del mar esta lleno de
tesoros, pero los hombres no pueden apoderarse de ellos a causa de la vigilancia de
los Cuélebres.
El Cuélebre es tan numeroso
en Asturias que abundan los sitios que llevan su nombre,
a menudo como complemento de
ramada o fuente. En Mestas de Con (Cangas de Onís)
existen tres cuevas muy
próximas todas ellas conocidas como Cuevas del Cuélebre y en
Cuerres (de nuevo en Cangas
de Onís) existe el llamado Pozo del Cuélebre.
En Allande hay una iglesia
del siglo XI en la que, según la tradición, se introducía un
Cuélebre para comer los
cadáveres allí enterrados. Los campesinos del lugar dicen que
un día llegó un peregrino
y le dio muerte con su lanza. Como prueba de ello, esta escena
está esculpida en una
piedra colocada debajo de la cornisa exterior del abside.
Se cuenta que había un
enorme Cuélebre en una cueva de Brañaseca, concejo de Cudillero, y los vecinos, para que no
les comiera el ganado, le mantenían con boroña y pan de centeno. Cuando iban a llevarle la
ración le decían:
- "Abre la boca, Cuelebrón
- que ahí te va el boroñón."
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