- Cuando las tinieblas oscurecen los caminos que están cercas de los ríos
o de algunas fuentes, puede oírse, a veces, el golpear de las palas de lavar
la ropa contra las piedras.
- En un principio, el aldeano podría pensar que se trata de alguna de
las mujeres del pueblo que están lavando, pero es entonces cuando oyen
la voz ronca, como el ruido de una cascada, de la lavandera y de la
humedad del bosque parece introducirse en el cuerpo. Mas vale que no se
encuentre con ella, puesto que estos seres se muestran extremadamente
violentos si son descubiertos, o si notan si son espiados, así que lo
- mejor es correr hasta el pueblo.
- La lavandera es una mujer vieja, muy arrugada, de mirada dura y
ojos rojizos, que durante la noche lava la ropa en los ríos y las
fuentes, y durante el día nadie sabe donde se esconde, aunque
posiblemente lo haga en los viejos cazoyos, es decir, en los
carbayos de tronco hueco.
- Se dice que si alguien se encuentra inesperadamente con ella
puede ahogarse en el rió, haciendo pagar cara la curiosidad del
intruso.
- En cambio, cuando se produce algún incendio en el bosque
y corren peligro las casas del pueblo, no dudan en apagarlo,
provocando riadas al batir sus palas contra el agua, y
ayudando a las personas de edad avanzada que estuviesen en
peligro.
- Odian a la gente joven, puesto que por lo general
sienten desprecio hacia los usos y costumbres de sus
ancestros.
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